Bordando felicidad...

Mi verano pasado fue bastante atareado, desde que empecé a producir para la navidad anterior no paré un segundo, todo era en pos de la mudanza, fue una vorágine de eventos, tomaba todos los pedidos que podía y hasta los que no podía, además al mismo tiempo hacía limpieza y selección para la venta de garaje, que aunque no lo crean lleva muchísimo tiempo, luego de eso siguió acondicionar la casa nueva para poder más o menos habitarla y dejar impecable la casa vieja para los amigos que se mudaban. Cuando por fín nos mudamos, pensé que me iba a relajar y fue todo lo contrario, la casa estaba peor de lo que recordaba, así que otra vez no paré ni un segundo por casi dos meses más... pero luego de muchísimo esfuerzo vino la recompensa, algo que venía imaginando hacía meses: "cuando nos mudemos me voy a dedicar a bordar todo el día ^_^"

A pasos de mi jardín hay un bosque: antes de ingresar tenés que pedirle permiso a las hormigas, porque ellas son las reinas de ese lugar... y cuidado, mejor mirar bien por donde pisás para no hundirse en el hormiguero. Si vas caminando sigilosamente, al atardecer, podés cruzarte con las liebres que habitan en el corazón del bosque, allí tienen sus madrigueras, me gustaría hacerme amiga para poder acariciarlas, pero todavía me tienen bastante desconfianza. 

Asomando entre las grietas de las rocas, aparecen los helechos, con su verde tan pero tan brillante que parece no importarles la sequía del invierno. Hasta ahora pude contar cuatro especies. Hay muchos árboles, la mayoría son acacios y están un poco secos, pero si observás con atención vas a descubrir otros que aún no decifro qué especie son, recién están brotando así que sigo esperando que avance la primavera para poder identificarlos... 

Todo esto es lo que me imaginaba y más... y fue justamente lo que me inspiró los bordados. Cuando tuve listos los objetos llegó el momento de las fotos, quería simular un cuarto de niños, así que se me ocurrió hacer la escena en este gran ventanal: nuestro nuevo sector de lectura. No les voy a contar en detalle esta maravillosa obra de Jo porque será un capítulo especial de La Restauración, van a tener que esperar un poquito ^_^

Cuando ubiqué el último objeto y me alejé para ver la escena, me hizo acordar a una habitación de la época Eduardiana, quizás por la madera oscura, los contraluces, los libros antiguos... no sé exactamente qué, pero a eso me remitió... estaba tan feliz que ni siquiera quería desarmarlo... 

Este ventanal en su corto tiempo de existencia me ha dado muchas satisfacciones, una de las más hermosas es despertar en medio de la noche y ver las estrellas... ¿que otras hermosas aventuras me esperarán en este ventanal? ¡qué intriga! ^_^