Sensibilidad y Empatía

Hay dos sentidos que me parece no solo no deberían faltar en cada uno de nosotros, sino que se nos deberían incrementar con los años. Nunca se es demasiado sensible o demasiado empático ¿no lo creen? Sin dudas nos hacen mejores personas. Sensibilidad en cuanto a poder apreciar la naturaleza y ver los eventos más ínfimos y cotidianos como una verdadera obra de arte. Cada uno de ellos nos pueden emocionar hasta la sonrisa más enorme o entristecer hasta las lágrimas más amargas. Todo es parte de la vida y todo tiene una nueva perspectiva e interpretación, depende de cómo lo enfoquemos.




A veces me pongo existencialista y me cuestiono una y mil cosas. Claro que la mayoría de las preguntas no tienen respuestas concretas, pero nunca está de más cuestionarse. Y en esos cuestionamientos hay algo que siempre resuena en mi interior y es lo que hoy quiero compartir con ustedes, porque no creo ser la única. Mi presencia no debería generar sufrimiento alguno, o al menos debería intentar no generarlo, y esa tiene que ser la premisa de mi vida. Esto hace que cada día sea más feliz, porque mi día no es solo mío sino que es también de todos quienes me rodean. Sé que de alguna u otra manera todos somos egoístas, pero se puede ser un poquito más altruista cada vez, con pequeñas o grandes acciones. Estas fotos hablan por si solas y no podía asociarlas con nada más que con paz. La paz del presente de estas vaquitas, de las cuales no se su destino pero ellas en ese mismo instante, en el instante donde les saqué las fotos, son felices. Me encantaría que su felicidad se perpetuara. Me gusta pensar que soy tan libre como me lo propongo y me gusta pensar a los animales libres y felices, haciendo vidas familiares o lo que la naturaleza dispuso para ellos. Me gusta sentir que no estoy coartando su libertad. Al fin y al cabo todos somos animales y si pudiéramos elegir, todos eligiríamos la vida y la libertad. No hay nada más, ni místico, ni karmático, ni rebuscadas explicaciones, es tan simple como eso. Con el solo hecho de pensar que nuestra cotidianidad no incluye sometimiento a otras especies, nuestra vida automáticamente se vuelve más feliz. Y como si eso no fuera tamaña recompensa, todo lo que viene después es realmente extraordinario. 



Cuando dejás de comer carne se te abre un mundo de posibilidades, y no solo con la comida sino con las experiencias, reflexiones, cuestionamientos y formas de vida. Ahora sí quizás haya algo místico o energético, quién sabe, ni siquiera sé como explicarlo con palabras, aunque lo voy a intentar, quienes hayan transitado esto me entenderán mejor que nadie. La sensibilidad se incrementa de una manera tal que es fabulosa. Culturalmente estamos marcados de por vida, pero estas tomas de conciencia la dejan de lado cada vez un poquito más, para que podamos ver más allá de lo impuesto y podamos elegir con el corazón. Nadie quiere sufrir, si pudiéramos elegiríamos no sufrir nunca en la vida, aunque hay cosas que no se pueden evitar. Incluso en la naturaleza hay violencia, tristeza y sufrimiento, pero en realidad esas son las etiquetas que nosotros les ponemos, la naturaleza es todo eso y ya. 



Cuando interviene el ser humano, la cosa cambia, porque se vuelve perverso, que es algo propio del ser humano y de nadie más. Podemos elegir, realmente podemos, tengamos más fe en nosotros y en nuestros actos, somos lo que queremos ser. Elijamos la sensibilidad, la empatía, el amor. No hagamos nada que no queramos que nos hagan y guiémonos con el corazón, si es así, nunca puede salir mal, epmecemos a transitar un camino que nos incluya a todos, plantas, animales humanos y se nos abrirá un mundo nuevo lleno de felicidad...
¡Qué tengan un bellísimo fin de año! 


PD: estas vaquitas vecinas se colaron en nuestro jardín un día y las fotografié desde la ventana para no molestarlas y así puedan comer tranquilas. Mención aparte merece el ternerito negro de la cuarta foto, que se distrajo y la mamá se adelantó sin él, cuando se percató de eso, fue dando brinquitos apurados como diciendo "esperame mamita" . Me  pareció la ternura misma.
Les debo unos videos que subiré ni bien pueda conectarme a Wi-Fi


Comentarios

  1. Ay ay ay! Cuánta verdad en tus palabras! Cuando me hice vegetariana ( hace ya 5 años) la gente me preguntaba: y por qué? yo respondía (aún hoy lo sigo haciendo) porque respeto la vida de todo ser vivo y me hace infinitamente felíz pensar que con mi decisión aporto mi pequeño granito de arena y aliento a otras personas al menos a repensar en la alimentación consiente. Es eso simplemente. Ni más ni menos que elegir convivir armoniosamente con todos los seres vivos del planeta y tratar en lo posible,como vos bien dijiste, de intervenir lo menos posible en esta maravillosa naturaleza que nos cobija y nos rodea. De más está decir que me encanta leerlos y que la vaquita te con leche de la última foto...me la llevaría de mascota!!!! Un cálido abrazo!

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