La Vida en la Naturaleza ♡ De bichitos y otros animalejos

Una de las cosas que más adoro de esta casa, y lo adoro desde antes de vivir acá, es el fresco que mantiene adentro, en realidad no solo el fresco sino lo térmica que es. El adobe es uno de los materiales más térmicos que existen, sino el más. Y nunca hay olor a encierro, aunque esté cerrada durante meses. Lo que sí hay es olor a tierra, en realidad no es tierra, es aroma a adobe, es muy particular, al principio no me gustaba mucho pero ahora ya me acostumbré. Sufro mucho el calor me saca un poco la energía, y estos días estuvo haciendo bastante calor, por eso entrar a la casa es un gran alivio, hasta se respira mejor. Hay muchísimas otras cosas que me gustan y otras que no tanto, pero se los iré contando con el tiempo.




Desde que nos mudamos llovió una sola vez, y muy poco. Así que está todo bastante seco y eso lo agradecemos, ya que a los techos les falta todavía mucho que reparar y reconstruir. La naturaleza nos recibió así, con días de pleno sol, noches estrelladas y la luna, ¡qué decir de la luna! llegamos en su ausencia, y vimos como fue creciendo hasta llenarse por completo. Hay tanta vista en estas ventanas, cocinás a la luz del sol y a la luz de la luna, mirando los pajaritos, el bosque, el cielo...


Voy a relatarles el día dos y algunos siguientes, sin demasiada exactitud ya que no lo estuve haciendo en tiempo real, sino cuando iba teniendo un ratito, me sentaba a escribir.
En el día dos y siguientes, nos encargamos casi todo el tiempo del parque, había mucho que rastrillar, ramas y espinas que sacar, etc. Antes de venirnos Jo había dejado una pilita de leña secándose al sol, es más, se puede ver en la foto del post anterior, abajo a la derecha, donde estaban las Cosmos naranjas, sí, ESTABAN y ya se enterarán el por qué. Como les decía, Jo se dispuso a acomodar y sacar la pilita de leña del parque, mientras yo les daba de comer a los perros. En ese mismo instante escucho -"Lolaaa" Mi respuesta ante el grito de preocupación de Jo fue -¿Qué Pasóoo? seguido a eso -¡Hay una Víbora! Mmm... bueno, esa si que no me la esperaba. Salí corriendo y estaba ahí enroscadita abajo de la pilita de madera. Nunca en mi vida había visto una en vivo. Puedo decir que son preciosas, al menos esta especie que encontramos, era para nada agresiva y solo quería estar tranquila. Es más, si no tuviésemos perros la hubiésemos dejado, iríamos con precaución por el jardín y listo. Pero los perros están más expuestos, al querer curiosear por ahí...


Con nuestra inexperiencia absoluta intentamos atraparla para poder liberarla lejos y sacarla de nuestra zona. Nos habíamos cruzado con mucha gente y cada uno nos relataba sus experiencias y como la habían sacado llegado el momento, etc. Pero cuando intentamos hacer cualquiera de los trucos que nos habían enseñado, nos dimos cuenta que no era tan fácil como parecía o evidentemente esas cosas no funcionaban. La cuestión es que ese sector tan hermoso de piedras, lavandas y cosmos pasó a ser el sector de la "pobre lavanda con dos tallos". No nos quedó otra que desmalezar esa parte, porque era increíble como se iba camuflando entre las piedras, cuando intentábamos atraparla. Al final se nos perdió, buscamos, buscamos y buscamos y no la encontramos. Jo tenía que irse, así que decidí que los perros no salgan hasta que o la encontremos o podamos custodiarlos bien. Así pasó la mañana y me dispuse a limpiar. Fui un par de veces a la zona a ver si la veía, pero nada. En un momento tenía que salir a limpiar la aspiradora (todavía no teníamos luz pero tenemos una aspiradora a batería) y apareció un plumerito o panaderito (las semillitas que vuelan) y en esas cosas tontas que uno piensa cuando está solo me dije: "donde caiga el panadero, estará la Víbora" (lo pienso ahora y me río sola) y exactamente así fue. Estaba allí donde se posó el panaderito. Al parecer no la encontrábamos porque se había ido fuera del cerco, y ahora que vio que hacía un tiempo ya no estábamos volvía a su cuevita. Me traje un balde, unos palos e intenté atraparla, siempre con distancia y con muchísima precaución, no les tengo miedo, por el contrario me parecen preciosas, me daba lástima molestarla para atraparla. A lo lejos siento la moto de Jo, intenté atraparla un par de veces más sin éxito y decidí esperarlo. Sabíamos de una herramienta que se usa para atraparlas que con una soguita pero no sabíamos como era. A Jo se le ocurrió pasar una soga doble por un caño hueco y dejar un ojal de un lado y tiritas del otro, entonces una vez que la hacés pasar por el ojal, tirás despacito sin dañarla para atraparla y llevarla a otro sitio. Al final esa herramienta que él hizo era exactamente lo que se hace para atraparlas. Estuvimos unas dos o tres horas, la realidad es que perdimos la noción del tiempo, hasta que finalmente la atrapamos, se escapó y volvimos a atraparla, la pusimos en un balde con tapa y la llevamos casi 4 km lejos, al monte, donde no había ni ganado ni gente viviendo. No les puedo explicar la felicidad de  sacarla de acá, sentí mucha pena porque imaginé que la pobrecita no entendería nada, ella solo quería estar tranquila, nunca la lastimamos y siempre lo hicimos con muchísimo cuidado. Cuando la liberamos, se fue solita para el medio del monte. Al final averiguamos que era una Culebra Ocelada, no es de las venenosas como la Yarará. Ahora sí, sentimos que el monte nos dio la bienvenida. Ustedes imaginen, una casa hecha en bioconstrucción, lo que menos impacto causa al ecosistema, y lo que más se camufla con el entorno, cerrada durante 7 años, claro, la naturaleza la había tomado casi completamente y nosotros fuimos a usurparla. Ese día si les digo que hicimos algo más les miento, fue tan estresante que cuando lo resolvimos, creo que tomamos mate, cenamos y nos fuimos a dormir.


Al día siguiente seguíamos sin luz, sinceramente no recuerdo que hicimos con exactitud , pero lo importante es lo qué pasó durante la noche. Muy románticamente, estábamos cenando a la luz de las velas, con el hogar encendido, no es que hacía demasiado frío, pero es tan lindo ver el fuego... En un momento, cual escena de Nosferatu veo una sombra pasar en un rincón del living (el rincón más tenebroso del living jijiji) presto atención, en un primer momento creí que era una mariposa nocturna, y vuelvo a ver la sombra pasar al mismo momento que me doy cuenta que ¡era un Murciélago! No puedo repetir lo que dije en voz alta a Jo en ese momento ;) pero le pedí por favor que lo saque. Al final el murciélago subió rumbo al piso de arriba e imagino que salió solito por las ventanas o por alguno de los diez mil huecos que hay en la casa. Ese mismo día al amanecer Jo decidió instalar los paneles solares. Pasaron algunos días más, estábamos durmiendo muy plácidamente, cuando Cookie pide salir, aún era de noche. Me levanto camino a  la cocina, la puerta de salida que más usamos y cuando prendo la luz un murciélago me voló encima. ¡Ay! el susto que me dí. Siiii ya sé que son buenos, que no hacen nada, que son super beneficiosos para el ecosistema, que en muchos lugares del mundo están tan protegidos que ni hasta ahuyentarlos podés, pero que me esté volando a la noche, mientras ceno o mientras duermo no me parece muy simpático. Pegué un salto, me metí a la cama y me tapé hasta arriba dejándolo a Jo solo ahuyentándolo, ni un poquito de coraje de mi parte. En un momento lo perdió de vista. Y no supimos más de él. Obviamente esa noche dormí muy mal, tapada hasta arriba, respirando por un agujerito. Jajajaja no se rían de mí, no sé, se me despertó una fobia horrible que no pude controlar. Ese mismo día antes del amanececer, estábamos en la cama, creo que Jo me trajo mate. La cama está ahora en el comedor, cerca de la ventana principal a la cual le pusimos unas cortinitas provisorias de lienzo. Mientras tomábamos mate y charlábamos del bajón de la noche anterior, empiezo a ver una sombrita que al principio parecía el pliegue de la cortina pero al final ya me pareció algo distinto. Entonces le pregunté a Jo, ¿qué hay en la cortina, será el murciélago? Mira y me dice,- sí, sí es- Esta vez fui más corajuda y lo ayudé a atraparlo, lo pusimos en un tachito y lo llevamos juntos al bosque que tenemos a unos metros. Al otro día otra vez, a la noche, Jo empieza a escuchar unos ruiditos mientras yo ya dormía, y estaba, otra vez volando, y otra vez desapareció. Al otro día nuevamente, los ruiditos y Juanito (si, a esta altura ya le pusimos nombre) lo vió donde se escondió lo atrapamos y lo soltamos en el bosque, aunque encaró directamente para casa, así que cerré la puerta rápido jajaja. Esa misma madrugada Jo volvió a verlo y desapareció al instante, por suerte no me dijo nada así que pude dormir tranquila. La realidad es que se convirtió en una pesadilla para mí y no podía disfrutar de vivir acá. Pensé, pensé y volví a pensar, me replanteé por qué este terror, llegaba la noche y ya me ponía obsesiva a mirar en los lugares donde lo vimos las últimas veces. Me angustiaba que caiga el sol, y todo lo feliz del día se venía abajo en un segundo. Decidí cambiar de actitud, y además decidimos con Jo hacer algo al respecto, creímos que con el solo hecho de habitar la casa se iban a ir pero no. Y ojo no me molesta en absoluto que vuelen afuera de la casa, Incluso hay uno viviendo en el dintel del taller de Jo y lo veo todos los días, es peludito y  muy tierno, pero es del lado de afuera. Hay un bosque precioso, con un manantial incluido (les dije que este lugar es el paraíso) a metros de casa y se escuchan al anochecer, me parece mágico, de película y me encanta, pero que vuelen adentro de la casa a la noche mientras duermo o que habiten en cada huequito libre en el interior me pone la piel de gallina. Como les contaba, decidimos actuar. Empezamos a poner naftalina por toda la casa o al menos en cada rincón que creíamos posible su hábitat. La naftalina los ahuyenta, no les hace daño. Además empezamos a sahumear con romero y santolina, primero para cambiar las energías y volver a este lugar más luminoso y también ahumeamos en los respiraderos de la estufa, donde intuimos es en el lugar que más habitan. Todo para ahuyentarlos y que regresen al bosque, nada de lo que hacemos los lastima. Lo hacemos al caer la tarde y antes del amanecer. La verdad es que no me hace gracia que haya murciélagos viviendo en la casa, pero al mismo tiempo pienso que justamente eso es vivir en la naturaleza, no se puede prever, a veces uno tiene que liberarse a sus fuerzas e intentar convivir. Les hablé varias veces, sobre todo al que vive el dintel del taller de Jo, le dije que le diga a sus amigos que vuelvan al bosque, o si quieren vivir afuera de la casa yo lo permitía, pero adentro no hay manera. Veremos que pasa, por ahora seguimos, y empezamos a limpiar el piso de arriba, para ir de a poco tomando esta casa como nuestra. Pero por ahora tenemos cerrado el acceso interno al piso de arriba. Lo próximo es cerrar los respiraderos con rejillita y dejar abierto arriba para que puedan salir, esperamos que funcione porque ya queremos poder habitar arriba, ahora es todo un caos de cosas, cajas, muebles, perros y humanos, todo abajo...


Lo bueno es que investigué muchísimo de murciélagos, como le conté más arriba, en algunos países es hasta prohibido ahuyentarlos, son importantísimos en la polinización de flores que solo abren de noche, además que comen muchísimos insectos evitando plagas y también frutas y ayudando a recomponer los bosques nativos. Acá en córdoba hay 16 especies de Murciélagos y uno solo de Vampiro. Pero acá en el bosque aparentemente todos los que ví son los Horteleros, quizás los más comunes, y solo el  1 % de los murciélagos contagian rabia, así que no hay peligro ya que es como cualquier mamífero. Quizás sea para contentarme,  pero a veces me siento en Inglaterra, viviendo en el bosque, en un castillo lleno de murciélagos en el altillo ^_^ Esto si es que La Vida en la Naturaleza...


PD: las fotos nada tienen que ver con el relato, pero es el único lugar de la casa que está más o menos fotografiable, figúrense la luz preciosa que hay, que no tuve ni que retocar las fotos ^_^

Comentarios

  1. Holaaaaa... wuauuuuu Lola que de aventuras, tu relato es tan realista que agradezco haberlo leído de día, jajajajaj. Sos muy valiente y respetuosa de nuestros compañeros de vida, animales y vegetales. Mucha suerte en tus nuevos descubrimientos, cariño enorme desde San Nicolás .

    ResponderEliminar
  2. ajjaajjaaja Lolaaaaa! pero no te diste cuenta aún??? lo que pasa es que ahí vivía el murcielaguito, en la casita, antes de que fueran ustedes!...o sea....los intrusos...son ....ohhh lamento decirlo! pero para Juanito....son ustedes!!! jajajajaaj
    Me encantó el relato, relajate, creo que para cuando puedan lograr que se vayan, ya se van a hacer amigos! :D
    Las fotos son preciosas, el lugar es precioso, (el murciélago no, pobre santo, es tierno, pero no precioso, caramba! :D)

    Abrazo enorme para todos, incluido a Juanito! jaajjaja :) ♥♥♥♥♥♥♥♥

    ResponderEliminar
  3. Hola Lola!! Que lindo es volver a leer tus relatos, tus vivencias muchas las comparto (viví algo muy parecido con un murciélago en mi casa fueron varios días y no la pase nada bien pero amo vivir en este lugar es en una quinta a las afuera de la ciudad) es toda una aventura. También tengo caminos de tierra y la lluvia hace que se transformen intransitables pero a pesar de esas "cositas" vivir rodeado de naturaleza es maravilloso. Tus fotos son hermosas y me transportan a ese lugar. Gracias por compartir tu vida. Y dejarme soñar. Yo sigo apostando a esta forma de vida, vamos por más Lola. Te deseo lo mejor y se que esa casita quedara preciosa llena de amor. Te mando un abrazo y las mejores energías para ambos. Hasta pronto

    ResponderEliminar
  4. Me encanta leerte!!! Tus relatos son espectaculares. Puedo imaginarme cada lugar, el aroma del bosque, los olores. . .todo lo que contas. Es como estar ahí!!! Te agradezco mucho por compartirlo!!! Te mando un gran abrazo!!!!

    ResponderEliminar
  5. Me encanta leerte!!! Tu relato es espectacular!!! Me hace sentir ahí. Poder vivirlo. Sentir cada aroma. Cada olor. El calor del hogar encendido. Se siente maravilloso!!! Gracias por compartirlo!!! Te mando un abrazo desde Luján.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más leído ♡