Desde un bosque mediterráneo

Interrumpimos el recién llegado frío polar ;) para llevarlos por un instante a la calidez de los últimos días de verano... ¿qué tal si damos un paseo por un bosque mediterráneo?


El Valle de Calamuchita es inmenso, no tanto por su tamaño sino más bien por su diversidad. Encontramos diferentes paisajes en un mismo sitio, de un lado las grandes montañas y del otro las pequeñas, en el medio grandes campos y un lugar sin igual…

Hay quebradas, cascadas, numerosos ríos, arroyos y enormes lagos, hasta hay ríos subterráneos…
 Hay zonas más húmedas, zonas más áridas y de altura (el pico más alto tiene 2800 mts y es el Champaquí) hay bosques serranos de espinillos y otro modificados, pinares y abedulares… 
Hay fallas geológicas por lo tanto también hay actividad sísmica, varias veces al año, y te hace pegar un susto bárbaro, pero todo vale por la belleza de este lugar, y no alcanzan las palabras ni las descripciones larguísimas para contarles como es el Valle de Calamuchita… 



Además de todo lo que les conté, hace poco descubrimos una nueva faceta, conocimos el barrio Los Molles en Villa General Belgrano, frente a las montañitas y durante una tarde nos trasladamos a un bosque mediterráneo... 
Un entorno de ensueños, algarrobos, chañares y unas cuantas especies autóctonas más, propiciaban un marco espléndido para una merienda tardía...
Aprovechando los últimos días largos y la luz que no caía sino hasta tarde, preparamos delicias para compartir entre amigos...


Pan casero, aceitunas, tomates secos, una canasta de frutas frescas y una refrescante pomelada. El lugar por sí solo nos invita a contemplar, porque las vistas son increíbles. Armamos la mesa de forma tal, que todos podamos disfrutar de las pequeñas montañas. Y unos metros alejados, un sector de descanso, mantas, almohadones, flores y frutas, para quién tenga ganas pueda reposar e incluso leer un buen rato...




Los mismos árboles nos reparaban del viento y entre charlas, naturaleza y exquisita comida, pasamos una de las tardes más relajadas de nuestras vidas... 

 

Una mesa larga, con un sencillo mantel de lienzo crudo, donde lo importante eran los colores que aportaban los elementos naturales. Vajilla lisa y de formas sencillas y mucho mimbre.
En el centro, una sopera antigua fue el contenedor perfecto para lisianthus, ramas de olivos, racimos de uvas, peras e higos.



Una guirnalda de laurel que no quería quedarse quieta, pero que al final nos regaló su verde vivaz generando el marco perfecto... 


Una ramas de romero con algunos frutitos silvestres vistieron cada una de las sillas y unificaron la escena.



Estos son los recuerdos de un día muy feliz, donde rodeados de naturaleza y muchísimo color, nos trasladamos por un instante a un bosque mediterráneo... sin dudas tenemos que repetirlo...


Bosque mediterráneo es una producción que hicimos a dúo con Jo, y con la asistencia y el apoyo incondicional de la siempre genia de Ami ^_^ para el barrio Los Molles... el mismo lugar donde fotografiamos el zorrito, las lechuzas y nos encontramos con liebres y diversas aves mientras lo recorríamos... es un lugar de extrema paz, donde evidentemente los animales se sienten respetados, porque nunca, en todo el tiempo que viví acá, ví tantos, todos juntos en un mismo día y con tanta confianza en el humano... 



Espero que les haya gustado, fue una de las producciones que más disfrutamos... y que los haya llenado de calidez reconfortante en uno de los días más fríos de lo que va del otoño ^_^


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