La Vida en la Naturaleza ♡ Introspección

Durante algunas semanas estuve un poco callada... un poco introspectiva. Quizás, haciéndole justicia a mi época favorita. Si, si, lo sé, siempre que cambia la estación digo "esta es mi favorita" pero ya a esta altura, luego de cuatro años de vivir en el Valle, me doy cuenta que si bien todas tienen algo que me gusta mucho, definitivamente la "época seca" es mi favorita. Y aunque falten unos días para el invierno pareciera que ya comenzó, porque hace bastante que no llueve. Se secó el manantial, y el arroyito está poco caudaloso. El paisaje ya se ve bastante beige, aunque el verde se resiste a desaparecer, incluso vi brotes en algunos lugares. Las cosmos de casa todavía florecen, y a mi me da pena sacarlas, están todas medio marchitas, pero con flores. Ya tendría que poner manos en el jardín. Le hice poco y nada, ya que sentí necesario primero, tener lindo adentro... 





Estas semanas que estuve ausente sucedieron muchas cosas. La primera y la que considero más relevante, es que ya puedo llamar hogar a mi nueva casa. Un día, volvimos del pueblo, era pasado el mediodía, estaba nublado y hacía mucho frío, nos trajimos del camino unas ramas de Pyracantho con sus frutitos rojo furioso. Cuando entramos y puse las ramas en remojo, miré a mi alrededor y me sentí feliz de volver, muy feliz y con Jo dijimos: "jamás pensamos que viviríamos en una casa tan particular y tan hermosa". Realmente la veo así, con sus defectos y detalles, aún  incompleta, la veo hermosa y sobre todo acogedora. Siento que la energía se renovó, algo cambió, realmente me siento muy afortunada. Además pude generar una rutina, y eso me encanta. En la rutina me siento cómoda, porque no tengo que pensar tanto y aunque no lo crean soy muy pensante, mi cabeza no para un segundo. Entonces la rutina me tranquiliza. 




A la mañana nos levantamos justo antes que salga el sol, en este momento es alrededor de las 8 am pero va cambiando mientras nos vamos acercando al día más corto del año. No se si en verano nos levantaremos también con el sol ¿será? no me desvío y continúo contándoles. Desayunamos, un poco largo, porque, sobre todo a mí, me cuesta un poco arrancar a la mañana y me tomo mi tiempo. De a poquito empiezo a limpiar. Le doy de comer a los perris y los saco al jardín, en esta época que están tan lindos los días, ellos adoran tomar sol, y yo aprovecho así también la casa se mantiene limpia por más tiempo. Sigo sacudiendo mantas, sillones, barriendo, aspirando, pasando un paño húmedo por el piso y los estantes absolutamente todos los días. 



Acá en el Valle, hay una tierrita muy volátil que se llama Limo, no se si la conocen. En esta época, si van paseando por el pueblo, en las calles que no están asfaltadas van a ver que todo está gris: las plantas, las ventanas, las cercas, todo. Porque como no llueve y la tierra es tan volátil, se levanta en nube de polvo incluso con un viento leve. En casa también hay de esta tierrita, y a falta de autos tengo perritos que la entran en los pelos y en las patas. Justo en el perímetro de casa no crece pasto porque con los aleros no hay humedad y da tanto sol que Coral adora revolcarse en el limo soleado, de negra queda gris. Claro que la sacudo un poco antes que entre jajaja pero es imposible sacarle toda la tierra. Entonces mis mañanas son de limpieza. Luego viene el almuerzo y después, si ya no me quedó nada por limpiar, tengo libre para trabajar o hacerle reparaciones a la casa hasta la merienda. Ya les conté que estoy con un cumple en el bosque, pero también estoy trabajando en cositas pequeñas de pedidos especiales. Como todavía no armé mi taller, tampoco puedo explayarme tanto, pero me las arreglo. También estuve trabajando en una sorpresita, la cual espero poder mostrarles antes de fin de mes ^_^ 




Y por suerte volví a conectarme con la fotografía. Quizás todavía estaba un poco estresada, por lo que fue fin de año, luego mudanza, luego casa nueva. Y ahora que estoy más relajada volví a hacer fotos. Además, tengo mucha inspiración en mi época favorita. Por ejemplo con las primeras heladas. Como estamos durmiendo abajo, cerquita del hogar, tenemos un ventanal enorme, duermo con las estrellas y cuando despierto lo primero que hago es ver si heló. Es hermosa la sensación de dormir junto a un ventanal tan enorme. Es más, el otro día paso algo increíble. A la madrugada, no se que hora era, pero aún era noche plena, me desperté, no había escuchado nada, solo me desperté, abrí los ojos y en el cielo estaba pasando algo, como una especie de cometa naranja con una estela de humo enorme, parecía de fuego tenue. Lo desperté a Jo porque tenía que verlo, y nos quedamos dormidos cuando desapareció. Adoro quedarme dormida mirando las estrellas, ahora se que quiero tener vista a las estrellas desde el cuarto de nuestra futura casita. 





Esta época es maravillosa, si, si, sé que estoy reiterativa (y también disculpas por las reiteradas fotos del pastito rosa escarchado pero es mucho amor) vuelven las aves, están muy visibles, es fácil observarlas. Los árboles pelados nos dan mayor visibilidad y las aves están bastante activas, buscando comida, preparándose para los fríos más intensos. Todos los días pueden ser extraordinarios si nunca dejamos de sorprendernos o maravillarnos con lo que nos rodea. Cuando me mudé al Valle, me parecía hermoso y cuando hablaba con la gente que vivía acá hace años, acerca de la belleza del lugar me contestaban "es hasta que te acostumbres" y pensaba, "nunca me voy a acostumbrar" y así fue exactamente. Cada día pienso que no puedo creer vivir en un lugar así, me parece mágico. Cada atardecer, cada insecto, hoja, montaña, helada, ave, roca, nube, lluvia, paseo, todo me parece extraordinario. 



Comentarios

Lo más leído ♡