Nieve en las montañitas...

Y cuando menos lo esperás, sucede. Hace algunos días me sorprendió una nevada. Desde temprano estaba muy frío y nublado, algo raro para esta época, no el frío, sino las nubes. Jo se puso a juntar leña porque ameritaba tener la estufa y el hogar encendido todo el día.

Mientras Jo cortaba leña salí un rato a tomar fresco. Me pareció que estaba haciendo muchísimo frío,  y lo comenté, él me respondió que estaba exagerando... segundos después el primer copo de nieve se hacía visible...

No lo podía creer, realmente estaba nevando. Recuerdo que el primer año que nos vinimos a las montañitas, estaba muy ansiosa porque nieve y chequeaba el pronóstico todos los días... hasta que entendí más o menos como era el clima en esta zona, y que en realidad que nieve no es tan común, al menos acá, arriba a más altura es más húmedo y nieva todos los años... Hoy en día ni siquiera lo espero, por eso me sorprendió tan gratamente esta nevada. No se llegó a acumular, pero cayeron copos durante todo el día, etéreos y poéticos copos de nieve, que me hipnotizaban. Festejaba cada vez que la nevada era más intensa y suspiraba cuando mermaba. 

Durante algún tiempo salí a sentirlos en la cara y ver como se derretían en mi ropa, cuando el frío se hizo más intenso decidí observarlos desde adentro. Y así más o menos transcurrió el día, a la tarde hice budín de coco y salió riquísimo, tanto que hoy lo voy a repetir y seguro en poquito tiempo les pasaré la receta... 

¿Cómo andan tanto tiempo?  ^_^