Christmas songs...

 ¡Tanto tiempo sin llegarme por acá! tal cual y como se dice donde vivo: hoy me llego. Espero que hayan pasado una deliciosa Navidad, en todo sentido, comiendo rico, charlando ameno y embelleciendo cada rincón de sus hogares. La realidad es que para mí fue un año atípico (¡qué novedad!) pero no por todo lo obvio sino por otras cuestiones más personales, y poco y nada he estado publicando. Si bien adoro compartir en el blog, últimamente me tientan otras ideas, por supuesto seguir compartiendo pero quizás en otros formatos. Las redes sociales, e incluso el blog, a veces me terminan pareciendo  impersonales, y el exceso de información me termina aturdiendo ¿a quién le pasa lo mismo? Por eso trato de estar poco conectada. 

Este año salió un nuevo e-bookazine y me sentí muy cómoda preparándolo, es un concepto que abarca mucho de lo que quiero transmitir y lo hace mejor que quizás una historia fugaz. Además, si o si para disfrutarlo hay que hacer una pausa, nada de andar viéndolo por arriba o deslizar el dedo sin sentido. Y eso es lo que más me gusta, pensar que cuando lo tienen con ustedes, se hacen el rato para poder leerlo y verlo en detenimiento con un té o un café, saboreando cada página. Además  pienso que es algo que se puede ver, leer y volver a ver, perpetuándolo y dejando de lado la ligereza de la vida moderna. En casa tenemos unas cuantas revistas y libros, tanto impresas como digitales, que hemos ido adquiriendo a lo largo de los años, últimamente más que nada sobre jardinería y botánica, y adoro tenerlas a mano para hacer "tardes de inspiración". También me está tentando cada vez más la idea de hacer algo a largo plazo, poder ir desarrollándolo con entusiasmo de principio a fin sin tener la ansiedad de publicarlo al instante, con esto quiero decirles que si bien no voy a dejar el blog, quizás publique con menos frecuencia y me dedique a editar más bookazines o si me animo, un libro. Pero considerando lo lenta que soy para todo, podrían pasar mucho años antes que algo de eso viera la luz. Imagínense que estuve dos años para editar dos bookazines de no más de 50 páginas. La idea primera era hacer más durante el año pero al final creí mejor dejarlos solo para Navidad.

Me da alegría estar escribiendo de nuevo y creo que se debe, sin dudas, a esta pausa que hice de La Maison Naturaliste hace dos semanas. Estuve descansando un poco y retomé la lectura, estoy con Orgullo y Prejuicio que nunca lo leí por haber visto la peli antes y pensar que ya no tenía la misma emoción, lo mismo me pasó con Sensibilidad y Sensatez, y al final la conclusión siempre es la misma: vale la pena de principio a fin aunque ya no esté la sorpresa. A menos que hayamos visto la peli hace muy poco, uno se olvida de unas cuantas cosas y ni hablar de lo tantísimo superior que son siempre los libros, aunque Jo una vez me contó que vió una peli que superaba con creces el libro, ahora no recuerdo cuál era. 

Cuestión que quería contarles buenas nuevas y además no podía dejar de hacer un post Navideño. Este año casa está más linda que el año pasado, y eso se vio reflejado también en la decoración de Navidad. Nada ostentosa ni exagerada, como siempre más bien austera y creo que en ese camino estamos cada vez más afianzados. Todo lo hice con materiales de la naturaleza y también agregué algunos textiles, porque los moños siempre me gustaron. Tenía en la cabeza los de la década de los 90s de un terciopelo bastante artificial que se usaban en el arbolito de plástico y nunca los había pensado de modo distinto hasta este año. Guardaba una tela hermosa en pequeños retazos, una especie de escocés bordado en rojo y azul, que atesoraba para una ocasión especial y así fue. El arbolito es el que usamos para las fotos de La Maison Naturaliste, solo que fue hace más de un mes y estaba mucho más verde, con el tiempo se fue secando y eso me gustó aún más porque el beige combina tanto mejor con los colores del living. 

Pero ahora les cuento la historia más divertida. Resulta que este año nos decidimos por hacer un calendario de Adviento. Como generalmente para principios de diciembre seguimos muy ocupados con el trabajo, nunca hay demasiado tiempo, por tanto resolvimos empezar nuestro Adviento el 8 de diciembre que ya estábamos libres. Se nos ocurrió hacer 16 adornos para el pinito, uno por cada día hasta el 24. Jo hacía 8 y yo otros 8, pero eran sorpresa, ni yo veía los de él ni él los míos y cada uno podía hacer lo que quisiese. Así es como el 7 de diciembre estaban todos los adornos listos, en una canasta dispuesta arriba de la mesa ratona. Cada uno envuelto en un sobrecito de papel madera que disimulaba su contenido. Como soy un poco distraída, creía que tenía que hacer 10 adornos, no se por qué motivo, y cuando llego al número 9 me percaté que en realidad eran 8 así que de mi parte sobraba uno. Le conté esto a Jo y le dije entonces, que empecemos ese mismo día, ya que sobraba un adorno, por tanto no se habló más, y abrimos nuestro primer sobrecito, vimos el primer adorno juntos y lo colgamos cual escena de película. Acá tengo que abrir un paréntesis, como les conté, el pino que usamos tenía más de un mes y se estaba secando, habíamos pensado en ir a buscar otro, no se asusten no somos saqueadores de pinos, vamos a lugares donde van a ser cortados o podados de todas formas, terrenos a desmontar, etc. además el pino acá no es muy amigo del ecosistema, otro día les cuento por qué. Decidimos entonces, abrir el sobrecito, colgar igual el adornito y en la semana ir a buscar otro pino para reemplazarlo. Segundos después de abrir el primer adorno, pensamos que no estaría mal abrir otro y quizás hacerlo día por medio, abriendo de a dos. Lo que aconteció después ni siquiera sé como explicarlo...

 Abrimos absolutamente todos los adornos, y el mismísimo 7 de diciembre a la mañana estaban todos los adornos brillando en un pino medio seco. Ni tiempo de sacar una foto a la canasta de Adviento. Tampoco cambiamos el pino ya que nos encariñamos con este y como les conté anteriormente el tono beige que iba tomando nos agradó por demás. Los adornos de Jo fueron todos hechos a mano en madera: pinitos y campanitas caladas. Los míos fueron con materiales naturales, frutitos, estrellas de anís, helechitos secos, ramitas y sumé cascabeles. Esta tradición empezó este año y la queremos mantener de aquí en adelante, pero claro, ya no nos vamos a engañar con hacer un calendario de Adviento, pensamos que sería más divertido ir sumando adornitos sorpresa hechos por nosotros cada Navidad y abrirlos claro, todos juntos, el 7 de diciembre. 

Esta fue una de las Navidades que más disfruté y fue atípica porque el 24 vinieron amigos, y creo que de 14 Navidades que vivimos juntos con Jo 13 la pasamos solos con los perris. 

Qué tengan un fin de año lleno de amor, porque cuando el amor está presente, la felicidad llega sola 



Comentarios

  1. Tan bello todo. Te dije que tenías que escribir un libro🍃

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  2. Lola y Jo, FELIZ NAVIDAD Y FELIZ 2021, qué bonito todo lo que contáis, y me sumo al comentario anterior: un libro,... y de cuando en cuando, puede ser... que te veamos en este espacio. A mí las redes también me cansan, pero el blog me sigue pareciendo un lugar especial.
    Abrazos grandes. María.

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  3. todo muy hermoso, me da una sensación de paz muy linda, gracias chicos por eso y por ser como son. Les mando un gran abrazo y les deseo lo mejor para el nuevo año, que traiga cosas buenas y bellas. Los quiero! :) ♥♥♥

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  4. Que lindos que son...los imagino en cada palabra que relatas jaja...besos a los dos...vamos por ese libro Loooo

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  5. Gracias Lola por este blog tan inspirador. En unos meses me haré mi casita y siempre pense en decorarla con cosas asi como las que hacen uds. Ahora que mis 6 hijos estan cada uno en su camino y yo estoy sola puedo haerlo a mi antojo!! jajaja (aunque de verdad nunca tuve impedimentos jeje)Cuando mis hijas mujeres eran pequeñas, las vestia con esos vestidos hechos por mi tipo Familia Ingalls, o algo mas actual, tipo Anne With an E (ame esta serie y estoy viendola por segunda vez por la sencillez, el amor a la naturaleza, la ambientacion, las ropas etc) y tambien When calls the Heart, otra tmb ambientada en esos tiempos. Tengo una carpeta en mi compu con imagenes de Beatrix Potter y he hecho tambien algunos cuadros. En fin, las afinidades o las personas afines se encuentran a lo largo de la vida. Yo tambien me anime a dejar BsAs con mis hijos y me vine a la patagonia, sola con ellos. Las dos mayores ya habian salido del nido jaja, pero con los tres menores me vine para aca. En un momento estuve aca con mis 5 hijos, ahora con 3. Una en Bs As (provincia) y la otra en Cordoba, pero en Unquillo/Mendiolaza. Te mando un abrazo y cundo disponga de dinero les comprarre algun mueble, son soñados y no hay otros que me gusten taaaaaanto. Un abrazo enorme sin distancia ni distanciamiento.

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